Lo que no se dice de los eventos
Asistimos a eventos con la idea de pasar un buen rato y compartir entre amigos. Pero a veces suceden situaciones que nos contrarían y acaban con el disfrute del momento. Como aquella cena diplomática, celebrada en un jardín, donde se activó un aspersor del sistema de riego (sprinkler) dirigido hacia mí y me empapó todo el vestido de agua. Gracias al auxilio de los demás comensales, se pudo disminuir la fuerte presión del agua atando un pañuelo al sprinkler. Ningún anfitrión del lugar se me acercó a ofrecer su ayuda o disculpas. Por fortuna con poca frecuencia nos encontramos en situaciones tan incómodas y embarazosas como esa,…